
Tus regalos fueron:
Promesas en tarros de viento,
mentiras envueltas en terciopelos,
engaños con moños de seda.
Mientras yo te daba:
Caricias de mis manos secas,
besos de mis labios sinceros,
amor desde un corazón ardiente de deseo.
Al partir me dejaste:
El viento para secar mis lágrimas,
el terciopelo para que vende mi herida
Y la seda que envuelve a mi corazón
en terapia intensiva.
Del diario de un poeta
Por Gabriela F. ©
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