
UN silencio,
una carie en las entrañas
de la noche.
El aguijón clavado
en la pudredumbre
de las sombras.
UN hombre,
un dios sin espaldas
en un carnaval de
espectros y fantasmas.
El tótem en las escalinatas,
mientras realizan una
danza mistica;
y el color del unicornio
que rechaza el sagrado
DEJA VU.
Por Gabriela F. ©
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