Es invierno en la vereda de la siesta.
Un anochecer sin manos,
un roble dormido.
Tentáculos de la muerte,
silenciosos atardeceres entre sombras.
Noctámbulas palabras.
Me muerdo el sentimiento
y me callo.
Un ángel de alas crespas...
Y yo en la ventana gris
de tu nombre apocalíptico.
Por Gabriela F. ©
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